Entrenamiento en Coherencia Cardíaca
Antes de nada, abordemos su definición. Según el Instituto HeartMath, podríamos definir la Coherencia Cardíaca como Un estado óptimo en el cual el corazón, la mente y las emociones están alineados y en sincronía.
Las investigaciones del Instituto HeartMath han mostrado que generar emociones positivas sostenidas facilitan un amplio cambio a un estado específico, científicamente medible. Este estado es designado como coherencia psicofisiológica, porque se caracteriza por el incremento de orden y armonía en nuestros procesos psicológicos (mentales y emocionales) y fisiológicos (corporales).
La coherencia psicofisiológica es un estado de funcionamiento óptimo. La investigación ha demostrado que cuando activamos este estado, el funcionamiento de nuestros sistemas fisiológicos es más eficiente, experimentamos mayor estabilidad emocional y también alcanzamos mayor claridad mental y mejoramos nuestro funcionamiento cognitivo.
En pocas palabras, nuestro cuerpo y mente trabajan mejor, nos sentimos mejor y mejoramos nuestra productividad. Fisiológicamente, el estado de coherencia está caracterizado por el desarrollo de un patrón de onda sinusoidal y suave en el trazo de la variabilidad del ritmo cardíaco. Este patrón característico, llamado ritmo cardíaco coherente, es el principal indicador del estado de coherencia psicofisiológica, y es lo que los dispositivos emWave e Inner Balance miden y cuantifican.
Bases del sistema HeartMath
El sistema HeartMath se basa única y exclusivamente en las respuesta emocional ante una situación de estrés, es decir, el centro del estudio deja de ser el agente que provocador del problema y pasa a ser la reacción del individuo hacia ese problema. El conjunto de todas las respuesta viene determinada por el cerebro de nuestro corazón.
El estrés es una experiencia impulsada emocionalmente. Nos afecta física, mental y emocionalmente. Estas emociones a menudo son el resultado de un sentimiento más profundo o de la percepción de falta de control sobre los eventos que ocurren en nuestra vida. Aunque no podamos controlar qué ocurre en el entorno externo, podemos aprender a controlar nuestras emociones y percepciones.
